PLAN DE SALVACIÓN EN CRISTO

El Plan de Salvación tiene como protagonista al Señor Jesucristo. Considero importante que reflexionemos acerca de los diferentes momentos de su vida; desde la eternidad, pasando por su humanidad y hasta la eternidad.

Preexistencia: Nos permite entender que Él estaba con el Padre y el Espíritu en uno solo antes de la encarnación. Juan 1:1-5 es uno de los pasajes que nos ilustran acerca de su existencia desde siempre y de su papel en la creación y cómo Él es fuente de vida y luz.

Vida humana: Narrada en los evangelios, profetizada en el A. Testamento y confirmada en el libro de Los Hechos y en las Epístolas. Ésta tiene un principio y un final cuyo lapso de tiempo es de 33 años aproximadamente. Tiene cinco etapas:

* Encarnación y nacimiento: La segunda persona de la Trinidad se hace hombre para hacer posible la obra redentora. Mateo 1:20-21.

* Ministerio: No solo vino a morir por nuestros pecados, también a enseñar, hacer prodigios y milagros, formar líderes, instituir la iglesia. Juan 12:37

* Muerte: Para cumplir con la profecía de ser El Cordero de Dios que quita el pecado. Isaías 53:7, Juan 1:29

* Sepultura: Encierra varias enseñanzas a saber: El cumplimiento del castigo para la raza humana, regresar al polvo de donde fue tomado. Génesis 3:13; el descenso a la sepultura símbolo de humillación y al mismo tiempo liberación del temor a la muerte Romanos 6:1-4

* Descenso al Hades: Hecho culminante de su humillación pero también de soberanía sobre Satanás y su séquito 1ª Pedro 3:18-19

Exaltación: Liberado de la maldición de la Ley, coronado de gloria y honra y Rey por la eternidad. Cuatro momentos: o

* Resurrección: Base de nuestra fe. Juan 21:14

* Ascensión: Regresa al santuario celestial. Hechos 1:9

* Sentado a la diestra del Padre: Lugar de honor. Hechos 7: 55

* Segunda Venida: Suprema exaltación. Apocalipsis 1:7.

REFLEXIÓN:
La comprensión de los momentos de la vida del Señor Jesús, nos convoca a una gratitud y adoración en espíritu y verdad. Su amor es inconmensurable. ¡Gracias Señor por encarnar y morir por mí!.