Devocional 17 de Diciembre 2018

CRISTO A LAS SIETE IGLESIAS DEL APOCALIPSIS


De manera breve hoy, veremos siete descripciones del carácter de Cristo, las cuales son presentadas por Él mismo en la introducción a las cartas dirigidas a las iglesias de siete congregaciones en Asia, que representan a la iglesia universal.

• Apocalipsis 2:1 El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro: Indica su autoridad, cuidado y poder sobre la iglesia y sus líderes.

• Apocalipsis 2:8 El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió: Ratifica lo expresado por Él mismo en los versículos 11, 17 y 18 del capítulo 1; es decir reitera su eternidad y supremacía y además de su victoria sobre la muerte.

• Apocalipsis 2:12 El que tiene la espada aguda de dos filos: Representa al Señor Jesucristo ejecutando juicio con suprema autoridad. Algunos ven en este versículo la definitiva separación de creyentes e incrédulos en el juicio final.

• Apocalipsis 2:18 El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego y pies semejantes al bronce bruñido: antes de la descripción toma uno de sus nombres divinos que indica su lugar y relación con el Padre; en cuanto a sus ojos simbolizan eternidad y omnisciencia; el bronce bruñido es figura de omnipotencia e inmutabilidad.

• Apocalipsis 3:1 El que tiene los siete espíritus de Dios: La plenitud del Espíritu Santo en Él, además su autoridad sobre la iglesia.

• Apocalipsis 3:7 El Santo, el Verdadero. El que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre: Dos títulos, dos atributos preceden la descripción de su autoridad sobre el género humano; indica la apertura de la puerta a la salvación y el cierre definitivo en el juicio.

• Apocalipsis 3:14 El Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: Comienza presentándose como el Dios verdadero, el que estuvo, está y estará para dar fe de la fidelidad y verdad divinas, por quien y para quién es todo lo creado.

REFLEXIÓN:
Cada revelación de la persona y carácter de Cristo debe constituirse en motivo de gratitud, adoración y alabanza; pero también, como hoy, de anhelo por su segunda venida donde veremos, ya no el resplandor de la gloria sino la plenitud de su carácter divino.


Escrito por:
Myriam González de Bohórquez
Docente y Tutora del IBPS

Lo expresado en los "Devocionales" representa la opinión de los escritores y no necesariamente de los directivos.